Este articulo fue escrito por Brad Foster, Global Head of Enterprise Data Content, y David Tabit, Global Head of Equity Data en Bloomberg para for Pensions & Investments.
Ante un ambiente que evoluciona, las empresas que mejoren su eficiencia energética y creen nuevos productos y servicios sobrevivirán, mientras que las compañías que son lentas en adoptar cambios tendrán problemas. La comunidad de servicios financieros es muy consciente de este desafío, y muchos administradores profesionales de fondos ahora buscan formas de integrar datos ambientales, sociales y de gobierno corporativo a sus enfoques de inversión para gestionar mejor el riesgo y encontrar oportunidades en un mundo cambiante.
El creciente apetito del inversionista y el potencial de un rendimiento ajustado por un mayor riesgo han impulsado los activos totales en estrategias de inversión sostenibles a US$12 billones en Estados Unidos, o un cuarto de todos los activos profesionales bajo gestión según el Informe del Foro para la Inversión Sostenible y Responsable 2018 (SIF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. La cantidad representa un aumento del 38% respecto de 2016 y se espera más crecimiento adicional de dos dígitos para los próximos años.
Pero mientras las inversiones sostenibles se han convertido en un concepto más establecido, los inversionistas en el sector enfrentan desafíos. Uno de los temas más apremiantes es la falta de acceso a datos confiables y consistentes de ESG.
Los inversionistas dependen de datos ESG para identificar qué empresas podrían estar mejor posicionadas para tener éxito en un mundo sostenible. Sin embargo, la falta de estándares de información consistentes para datos ESG representa un obstáculo importante para la creciente adopción de inversiones sostenibles. Este obstáculo obliga a los inversionistas a emplear una cantidad excesiva de recursos ya limitados en su intento por estandarizar e interpretar datos no estructurados, lo que ralentiza a inversionistas experimentados e impide que nuevos participantes ingresen al campo.
Aunque podrían pasar años antes de que los datos ESG lleguen a estar completamente estandarizados, la comunidad de inversionistas puede adoptar medidas ahora para acceder a datos ESG más significativos y que se pueden procesar para tomar decisiones de inversión mejor informadas.
Uno de los temas principales hoy para los inversionistas orientados a factores ESG es la falta de datos estandarizados en el mercado. Las empresas que informan sus propias métricas de desempeño de ESG intentan satisfacer una creciente demanda de inversionistas y accionistas por más y mejores datos. Satisfacer esta demanda es especialmente desafiante debido a la variedad de plataformas de informes y requisitos y la falta de estándares para generar informes consistentes para un desempeño sostenible. Como resultado, se podrían informar diferentes puntos de datos en compañías del mismo sector. De manera similar, se podrían informar diferentes puntos de datos por la misma empresa de un año al otro.
Los inversionistas ahora enfrentan el desafío de cómo evaluar más datos generados por la empresa, que incluyen una variedad más amplia de informes de sostenibilidad, documentos, registros y sitios web, agregando más a la confusión y al nivel de esfuerzo necesario para entender estas nuevas formas de evaluar cómo la gerencia de la empresa crea o destruye valor. Pese a estas inconsistencias en los datos, organizaciones como el Consejo Global de Normas de Sostenibilidad (SASB, por sus siglas en inglés) han realizado un gran progreso en la creación de estándares para la generación de informes. SASB recientemente publicó 77 estándares contables específicos de la industria que ayudan a los inversionistas a entender cómo los temas de sostenibilidad material podrían afectar el desempeño financiero de una empresa. Estos estándares han sido adoptados públicamente por una docena de grandes empresas internacionales. Y si bien SASB y organizaciones como Iniciativa de Reporte Global (GRI, por sus siglas en inglés) --cuyos estándares usa el 75% de las 250 empresas más grandes del mundo-- permiten una acción real y positivos beneficios materiales para todos, también crean más información para revisar. Esta afluencia de datos no estructurados genera la necesidad de que un proveedor de datos agrupe y presente esta información en un formato que se pueda consumir fácilmente.
Algunos proveedores de datos, como Bloomberg, llenan este déficit al proporcionar a los inversionistas acceso a datos ESG de alta calidad en un formato diseñado para una fácil integración en el proceso de inversión. Este proceso de estandarización mejora y agiliza el proceso de toma de decisiones sostenible de los inversionistas.
Otro desafío con los conjuntos actuales de datos ESG es que algunas compañías producen --y algunos proveedores de datos publican-- información ESG que solo es parcialmente medida y explicada. Por ejemplo, una empresa podría informar las emisiones de carbono de todo su negocio, mientras que otra empresa podría informar solo emisiones de carbono de su cuartel general, pero no de sus otros lugares u operaciones.
A medida que evoluciona el movimiento de inversión sostenible, también lo hace la generalización de las calificaciones ESG que proporcionan una métrica única bajo la cual evaluar a compañías en un rango de temas ESG. Estas puntuaciones resultaron ser una métrica útil para calificar y evaluar fácilmente inversiones. Sin embargo, estas calificaciones ahora están perdiendo aceptación para los inversionistas debido a su falta de transparencia, entre otras cosas.
Muchos inversionistas institucionales expresan un deseo de ir más allá de usar solo calificaciones generadas por terceras partes, que a menudo reflejan no solo datos informados por una empresa sino que también la opinión del analista que crea la calificación. Otro problema con la metodología de calificación es que las puntuaciones ESG a menudo se crean mediante un enfoque único que ponderan de manera desproporcionada ciertos factores hacia la calificación general de ESG de una empresa. De hecho, para casi dos tercios de todas las acciones en el índice Russel Global de Alta Capitalización, menos del 25% de los artículos de datos utilizados para calcular sus calificaciones ESG son incluso considerados importantes, según un estudio de Russell Investments, que utilizó los estándares SASB para determinar la materialidad.
Estos estándares inconsistentes son la razón por la cual los puntajes pueden variar significativamente entre conocidas plataformas de calificación ESG. Muchas de estas discrepancias resultan no solo de las calificaciones específicas otorgadas a cada componente (A, S o G), sino también a cómo cada plataforma elige ponderar cada puntaje para determinar la calificación acumulativa de ESG. Al reconocer las deficiencias de este enfoque, los inversionistas sofisticados hoy prefieren de manera creciente datos brutos a las calificaciones ESG porque les permite personalizar conjuntos de datos para sus necesidades. Es por esto que los administradores de activos están integrando cada vez más factores individuales ESG en sus procesos tradicionales de investigación crediticia y de capital y de administración de cartera. En particular, los expertos del análisis y de la gestión de información cuantitativa, conocidos como quants, han mostrado un gran interés en incorporar datos ESG a sus modelos ya que generalmente dependen de conjuntos de datos históricos para poner a prueba sus modelos de inversión, y un extenso registro de datos confiables permitirán a estas compañías tomar decisiones de inversión mejor informadas.
Una mejor estrategia para este desafío de datos es la que permite a las empresas de gestión de inversiones asignar sus propias calificaciones a compañías públicas. Trabajar con datos ESG informados directamente por las empresas puede ayudar a satisfacer esta necesidad al permitir a los inversionistas ponderar factores basados en sus valores y temas que creen tendrán el mayor impacto financiero en un sector, industria o compañía específica. Por ejemplo, un fondo centrado en el género puede seleccionar compañías con una amplia diversidad en el directorio, mientras que un administrador que asigna gran importancia a temas sociales puede asignar una mayor ponderación a las prácticas laborales de una empresa.
Un creciente número de inversionistas se está dando cuenta de la correlación positiva entre sostenibilidad y desempeño financiero y desea involucrarse. Sin embargo, observar los actuales datos ESG solo podría derivar en más confusión. O los inversionistas están abrumados por la gran cantidad de datos no estructurados o se sienten atraídos a contradictorias calificaciones ESG de terceras partes que hace que sea difícil decidir dónde invertir.
A medida que el mercado ESG crece y se expande a través de la industria de gestión de activos, los inversionistas visionarios quieren adoptar un enfoque más sofisticado. Los inversionistas centrados en la sostenibilidad ya no quieren depender solo en recomendaciones y "calificaciones” externas, mientras que aquellos nuevos en el espacio están recelosos por el llamado lavado ecológico, donde los administradores hacen afirmaciones injustificadas sobre la integración ESG. Para que el movimiento de inversiones sostenibles siga creciendo, es crítico que todas las partes trabajen juntas para mejorar la calidad, cantidad y accesibilidad de datos ESG.