Invertir en un futuro sostenible
Masivos montos de dinero están trasladándose hacia inversiones con conciencia ambiental.
Invertir en un futuro sostenible
Poner la transparencia primero
La demanda por más datos ESG --ambientales, sociales y de gobernanza-- se ha acelerado en los últimos años a medida que la demanda por datos completos, consistentes y de alta calidad para impulsar las decisiones de inversión se hace común.
Se estima que el mercado de inversiones sostenibles se expandirá desde los aproximadamente US$23 billones en activos bajo administración (AUM, por sus siglas en inglés) en 2016 a US$40 billones para el 2020, impulsado por una creciente evidencia de que el desempeño de los activos ESG está relacionado con el desempeño financiero y un creciente interés de nuevos clientes, especialmente millennials y mujeres, y reguladores.
A medida que el mercado evoluciona, las exigencias por datos y productos ESG están cambiando. Los propietarios de activos están exigiendo datos ESG para informar sus estrategias y garantizar que las inversiones que hacen sus clientes hoy les beneficiará en el largo plazo. Las empresas también buscan pruebas de que las inversiones sostenibles también sean sólidas para garantizar que no solo hagan bien, sino que también sean beneficiosas para sus inversionistas finales y accionistas.
Bloomberg ha proporcionado datos ESG a inversionistas en fases iniciales durante la última década. Hoy ofrecemos a nuestros clientes más y mejores datos, noticias, análisis y productos relacionados con ESG que nunca antes. Ofrecemos más de 900 campos de datos ESG en 11.500 compañías, y constantemente estamos trabajando para expandirlos. Nuestros productos financieros sostenibles van más allá de los datos y las puntuaciones brutas, proporcionando investigaciones y previsiones a largo plazo sobre industrias afectadas por la transición energética, análisis profundo sobre industrias y compañías y las últimas tendencias del mercado.
En este informe proporcionamos una selección de noticias, investigación y análisis contextual que ofrecemos diariamente a los suscriptores de la Terminal Bloomberg a través de Bloomberg News, Bloomberg Intelligence y BloombergNEF, información que se puede acceder y usar en cada etapa del flujo de trabajo de la inversión. Espero que lo encuentre valioso y lo invitamos a que nos contacte si quiere saber más de cómo Bloomberg puede proporcionar datos y soluciones ESG que necesita para navegar las actuales tendencias del mercado, y actuar sobre ellas.
Así es cómo las "finanzas verdes" pretenden salvar el planeta
Este artículo fue escrito por Tom Freke para Bloomberg QuickTake.
El área conocida como finanzas verdes podría estar en un momento crítico.
Masivos montos de dinero están trasladándose hacia inversiones con conciencia ambiental. Cuánto depende de cómo se define el campo: según la medida más amplia, se han invertido US$31 billones en activos que han sido examinados para descartar compañías que han tenido un bajo puntaje en relación a criterios ambientales, sociales o de buen gobierno (ESG).
La forma más simple y establecida es bonos verdes que financian proyectos amigables con el medio ambiente. La cantidad de bonos verdes vendidos en el primer semestre de 2019 representó un aumento del 44% respecto del mismo período de 2018; entre los nuevos prestatarios se incluyeron los gobiernos de Chile e Irlanda, PepsiCo Inc. y Verizon Communications Inc.
Pero los cerca de US$750.000 millones representan solo una pequeña parte del mercado total de bonos.
1. ¿Cómo son ahora las finanzas verdes?
Tras una década de crecimiento explosivo, está enfrentado una barrera que podría ser calificada de sorprendente: una escasez de proyectos que son suficientemente verdes. Eso generó una carrera por crear una amplia variedad de instrumentos e incentivos del mercado de deuda.
Funcionarios de bancos centrales y una creciente lista de inversionistas están presionando por hacer del mercado de bonos de US$100 billones una de las mayores reservas de dinero del mundo, una fuerza impulsora en los urgentes esfuerzos para limitar el cambio climático.
2. ¿Por qué hay escasez de proyectos?
Los bonos verdes son bastante restrictivos: sus ingresos se usan exclusivamente para fines ecológicos. Eso deja a muchas empresas con incertidumbre sobre si calificarían. Es fácil para una empresa de energía solar certificar que el dinero que pide prestado no lo utilizará para buscar petróleo. Es más difícil que una empresa petrolera lo haga sin generar cierto escepticismo.
3. ¿Qué más se puede hacer?
Mucho trabajo se canaliza hacia bonos que no son tan restrictivos, como bonos de transición. La idea es crear una clase de activos separada para bonos que ayuden a una empresa “marrón” a cambiarse hacia una manera más limpia de hacer negocios. Uno de los primeros de estos acuerdos fue para la empresa italiana de gas Snam SpA, que recaudó 500 millones de euros (US$550 millones) a inicios de 2019 para proyectos que tienen por objeto reducir en 25% sus emisiones de metano para 2025. Otra empresa italiana, Enel SpA, ha ofrecido a inversionistas una innovación diferente, los llamados bonos vinculados a la sostenibilidad que aumentarían en costo si la compañía no cumpliera con una meta de energía renovable.
4. ¿Se ha hecho ese tipo de cosas antes?
Sí, en el mercado crediticio, con préstamos vinculados a la sostenibilidad (SLL, por sus siglas en inglés), también conocidos como préstamos de incentivo positivo. El sector de mayor crecimiento en finanzas verdes se vincula a un conjunto específico de medidas: alrededor de tres cuartas partes de los SLL realizados hasta la fecha establecen metas ambientales según BloombergNEF. La tasa de interés puede subir o bajar dependiendo del desempeño, pero la diferencia generalmente es de solo unos pocos puntos base, o centésimas de un punto porcentual; el mayor impacto podría estar en presionar a las compañías a mejorar su desempeño en los temas ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) como una parte integral de su estrategia.
5. ¿Qué hay en esto para los inversionistas?
Hasta ahora, la evidencia sugiere que hay poca diferencia entre el desempeño de bonos verdes y tradicionales. Sin embargo, hay un creciente cuerpo de investigación que sugiere que las estrategias de inversión que se centran en objetivos ESG tienen un mejor desempeño, probablemente porque descartan a compañías mal dirigidas. Hasta ahora, el aumento de préstamos verdes no ha derivado en mayores costos de financiación para las empresas en industrias extractivas, pero la idea de que la percepción de los inversionistas o las políticas gubernamentales puedan aumentar sus costos de financiamiento se ha convertido en una preocupación, aunque una de largo plazo.
6. ¿Quién decide qué es verdaderamente verde?
El llamado lavado de imagen verde sigue siendo un riesgo y los críticos se quejan sobre la falta de estándares e inconsistencias a nivel global entre los métodos de calificación ESG. Las propuestas de la Unión Europea de junio de 2019 para un sistema de verificación y estándar de bonos verdes se estima que potencialmente pueda crear una referencia que podría facilitar la venta de valores verdes a nivel mundial. (Bloomberg proporciona datos, análisis e índices ESG).
7. ¿Dónde se están desarrollando los préstamos verdes?
El mercado de bonos verdes de China ha tomado la delantera como parte del esfuerzo del Gobierno para limitar la contaminación del aire. Inversionistas escandinavos y prestamistas franceses como BNP Paribas y Credit Agricole se han destacados como pioneros en este sector; ahora los bancos de inversión estadounidenses sienten la necesidad de competir. Países con economías emergentes como Indonesia y Nigeria, que cuentan con poco capital, argumentan que los préstamos verdes podrían ayudar a desarrollar su infraestructura de una manera amigable con el medio ambiente, lo que genera un mayor efecto por dólar verde. Pero también se encuentran donde hay proyectos que probablemente no cumplirán con las medidas de transparencia y otras de riesgo de buen gobierno.
8. ¿Quién más está presionando por más financiación verde?
Tras asumir la presidencia de la Comisión Europea, Ursula von Lyen entregó su apoyo a una propuesta francesa para un banco que podría liberar 1 billón de euros en préstamos relacionados con el cambio climático. Comentarios en Alemania sobre un posible estímulo fiscal para compensar la debilidad de su economía se enfocó en un plan de créditos para acelerar su cambio hacia energías que no usan combustibles fósiles. La mayoría de los principales bancos centrales del mundo acordaron en abril de 2019 emitir un mapa de ruta para la expansión de préstamos verdes, aunque la Reserva Federal de EE.UU. no estuvo involucrada.
¿Qué son los bonos verdes y cuan 'verde' es verde?
Este artículo fue escrito por Lyubov Pronina para Bloomberg QuickTake.
Billones de dólares en inversiones se requieren para combatir el calentamiento global.
Ingresan los bonos verdes, una manera para que los emisores recauden dinero específicamente para proyectos amigables con el medio ambiente, como energía renovable o transporte limpio, y poder presumir públicamente sobre ellos. A los administradores de fondos también les atraen los pagarés como una manera de satisfacer la creciente demanda de inversionistas por opciones sostenibles.
El mercado, que abrió lentamente hace más de una década, ha prosperado en los últimos años, lo que ha ayudado a impulsar el desarrollo de otros productos de deuda con conciencia social. Debido a que los inversionistas enfrentan el desafío de juzgar si una nota es realmente verde, los reguladores están trabajando en estándares que ayuden a evitar el lavado de imagen verde, o las afirmaciones engañosas sobre qué tan buen amigo con el medio ambiente es el emisor.
1. ¿Qué financian los bonos verdes?
Los ingresos de bonos verdes pueden destinarse a proyectos nuevos o existentes enfocados en tener efectos positivos sobre el medio ambiente o el clima. Dentro de eso, el rango es amplio. Cubre energía, transporte, gestión de desechos, construcción, agua y uso de la tierra. Algunas definiciones también incluyen la tecnología de comunicaciones e información.
Data: BloombergNEF, graphic by Bloomberg QuickTake
2. ¿Que tan grande es el mercado global de bonos verdes?
Una cifra total de US$58.000 millones en bonos verdes se vendieron hasta 2018, según Bloomberg New Energy Finance. Otros US$170.000 millones a US$180.000 millones probablemente se venderán en 2019 basados en lo que está sucediendo actualmente en el mercado, dice Daniel Shurey, analista de BNEF. Se espera que el mercado siga creciendo, con la necesidad solo de Europa de requerir alrededor de 180.000 millones de euros (US$203.000 millones) de inversiones adicionales al año para alcanzar las metas de emisiones para 2030 establecidas por la Unión Europea en el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático. Para ahora, sin embargo, los bonos verdes son una pequeña fracción del mercado global de bonos de más de US$100 billones.
3. ¿Quién vende bonos verdes?
Los emisores de más de 50 países han vendido bonos verdes incluyendo instituciones supranacionales como el Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones de la UE. Las empresas también están en el mercado, junto con los gobiernos locales, estatales y nacionales. El primer bono verde de un mercado emergente se emitió en Sudáfrica en 2012. Polonia abrió el mercado soberano en 2016 seguido por países como Francia, Bélgica e Irlanda. EE.UU. es la mayor fuente, liderada por el gigante hipotecario Fannie Mae y gobiernos locales que venden pagarés para financiar infraestructura como mejoras de alcantarillado.
4. ¿Quién decide si un bono es verde?
Es complicado. Muchos emisores dicen que siguen los Principios de Bonos Verdes, respaldados por la Asociación Internacional del Mercado de Capital en 2014 para traer transparencia al mercado. Los principios son voluntarios y abarcan cómo gastar y gestionar los ingresos, cómo evaluar si un proyecto específico merece ser calificado verde y qué tipo de informe generar. Una gran cantidad de empresas ofrecen servicios para evaluar, verificar o certificar de manera independiente la condición verde de un bono. Ellas incluyen compañías calificadoras como Moody's Investors Service; la Iniciativa de Bonos Climáticos, que creó el primer estándar de bonos verdes en 2010; y compañías especializadas como Vigeo Eiris de París, Sustainalytics con sede en Amsterdam y Cicero Shades of Green, una unidad del Centro de Investigación de Cambio Climático de Noruega, Cicero. (Bloomberg LP, la matriz de Bloomberg News, proporciona una etiqueta de bono verde y la divulgación relacionada de los emisores).
5. ¿Cuan verde son los bonos verdes?
Algunas veces puede ser difícil decir dada la falta de estándares aceptados a nivel global o de una verificación consistente. La percepción de lo que es verde también puede diferir. China, el mayor emisor de carbono del mundo y el N°2 en emisiones de bonos verdes, ha enfrentado críticas por utilizar bonos verdes para financiar centrales de energía a carbón, aunque las nuevas instalaciones son más limpias que las predecesoras. Informes señalan que los reguladores chinos podrían eliminar el denominado carbón limpio de las definiciones de bono verde para armonizarlos con los estándares de la UE y atraer a inversionistas internacionales. En su análisis, Cicero con sede en Oslo usa tres matices de verde:
- Verde oscuro para cosas que disminuirán las emisiones de carbono en el largo plazo como la energía eólica
- Medio verde para cosas que toman un buen paso adelante como autobuses híbridos eléctricos
- Verde claro para pasos amigables con el medio ambiente que no cambiarán por sí mismos las perspectivas a largo plazo, como una infraestructura de combustibles fósiles más eficiente.
Nuevos proyectos a carbón reciben una etiqueta marrón por estar en oposición a lo que Cicero llama un "futuro con resiliencia climática". También hay debate sobre si el compromiso ambiental general de un emisor o la huella de carbono se debe tener en cuenta. Los bonos soberanos verdes de Polonia fueron desechados por al menos un importante inversionista debido a la dependencia del país en el carbón y su ambivalente registro en relación al comportamiento climático. En 2017 Repsol SA, compañía con sede en Madrid, se convirtió en la primera gran empresa petrolera en vender bonos verdes.
6. ¿Hay esperanza de un estándar global para los bonos verdes?
Sí. La UE está creando un estándar para bonos verdes que se basará en las actuales prácticas de mercado, como los Principios de los Bonos Verdes de ICMA. Emisores de cualquier parte del mundo podrán citar cumplimiento si sus planes son verificados de manera independiente por un asesor acreditado por la UE. Sin embargo, el nuevo estándar será voluntario en vez de legalmente vinculante. La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, ha instruido a un grupo de expertos para que haga recomendaciones. La Organización Internacional para la Normalización también está preparando un estándar para bonos verdes que se basará en los principios existentes.
7. ¿Quién compra bonos verdes?
En general son los mismos del resto del mercado de bonos, inversionistas institucionales como fondos de pensiones, compañías de seguros y administradores de activos. El mercado verde global también está recibiendo un impulso de los inversionistas que buscan lugares "responsables" o "sostenibles" donde colocar su dinero. Esto ha ayudado a que los fondos verdes enumerados por Europa dupliquen los activos administrados desde 2013 a más de 32.000 millones de euros en 2017, según Novethic, un proveedor sostenible de datos financieros. En 2015 Francia se convirtió en el primer país en requerir a los inversionistas institucionales informar cómo consideran factores ambientales. La UE probablemente alentará a los administradores de activos del grupo a integrar requisitos de sostenibilidad en las decisiones de inversión como parte de su trabajo en el Estándar para Bonos Verdes.
8. ¿Invertir en activos verdes significa comprometer los rendimientos?
No necesariamente. La gran mayoría de los bonos verdes tienen grado de inversión y se valúan de manera similar a las emisiones de deuda convencional. La creciente demanda de los inversionistas y la relativa escasez también podrían ayudar a impulsar los precios en el mercado secundario. En el mercado del euro, los bonos verdes tuvieron un rendimiento del 0,34 por ciento en 2018, mientras que el mercado general de grado de inversión experimentó un retorno del 0,41 por ciento, según índices de Bloomberg Barclays. Pero para los emisores mismos, introducir un bono verde en el mercado puede tener costos adicionales para cubrir una opinión externa e informar anualmente sobre el uso de los ingresos.
9. ¿Son los bonos verdes lo mismo que bonos sostenibles?
No. Los bonos verdes se usan solo para objetivos ambientales, mientras que los bonos sostenibles combinan objetivos ambientales y sociales. También hay bonos sociales, cuyos ingresos se canalizan a proyectos que tienen por objeto mejorar el bienestar social o ayudar a poblaciones desfavorecidas. El rango de instrumentos socialmente conscientes sigue creciendo a medida que más inversionistas buscan hacer el bien mientras ganan dinero y los reguladores dirigen su mirada a los instrumentos para influir en las decisiones de política e inversión. Ahora hay préstamos relacionados con objetivos específicos de tipo ambiental, social o de buen gobierno, lo que incentiva a las compañías a lograr lo que dicen que harán. Y en octubre las Seychelles vendieron el primer bono soberano azul del mundo, deuda emitida para financiar proyectos marinos y de base oceánica que generan beneficios ambientales, económicos y climáticos.
A medida que crece la demanda por inversiones con criterios ESG, también lo hace la necesidad por datos de alta calidad
Este articulo fue escrito por Brad Foster, Global Head of Enterprise Data Content, y David Tabit, Global Head of Equity Data en Bloomberg para for Pensions & Investments.
A medida que crece la demanda por inversiones con criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, o ESG, también lo hace la necesidad por datos de alta calidad
Ante un ambiente que evoluciona, las empresas que mejoren su eficiencia energética y creen nuevos productos y servicios sobrevivirán, mientras que las compañías que son lentas en adoptar cambios tendrán problemas. La comunidad de servicios financieros es muy consciente de este desafío, y muchos administradores profesionales de fondos ahora buscan formas de integrar datos ambientales, sociales y de gobierno corporativo a sus enfoques de inversión para gestionar mejor el riesgo y encontrar oportunidades en un mundo cambiante.
El creciente apetito del inversionista y el potencial de un rendimiento ajustado por un mayor riesgo han impulsado los activos totales en estrategias de inversión sostenibles a US$12 billones en Estados Unidos, o un cuarto de todos los activos profesionales bajo gestión según el Informe del Foro para la Inversión Sostenible y Responsable 2018 (SIF, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. La cantidad representa un aumento del 38% respecto de 2016 y se espera más crecimiento adicional de dos dígitos para los próximos años.
Pero mientras las inversiones sostenibles se han convertido en un concepto más establecido, los inversionistas en el sector enfrentan desafíos. Uno de los temas más apremiantes es la falta de acceso a datos confiables y consistentes de ESG.
Los inversionistas dependen de datos ESG para identificar qué empresas podrían estar mejor posicionadas para tener éxito en un mundo sostenible. Sin embargo, la falta de estándares de información consistentes para datos ESG representa un obstáculo importante para la creciente adopción de inversiones sostenibles. Este obstáculo obliga a los inversionistas a emplear una cantidad excesiva de recursos ya limitados en su intento por estandarizar e interpretar datos no estructurados, lo que ralentiza a inversionistas experimentados e impide que nuevos participantes ingresen al campo.
Aunque podrían pasar años antes de que los datos ESG lleguen a estar completamente estandarizados, la comunidad de inversionistas puede adoptar medidas ahora para acceder a datos ESG más significativos y que se pueden procesar para tomar decisiones de inversión mejor informadas.
El argumento para la estandarización
Uno de los temas principales hoy para los inversionistas orientados a factores ESG es la falta de datos estandarizados en el mercado. Las empresas que informan sus propias métricas de desempeño de ESG intentan satisfacer una creciente demanda de inversionistas y accionistas por más y mejores datos. Satisfacer esta demanda es especialmente desafiante debido a la variedad de plataformas de informes y requisitos y la falta de estándares para generar informes consistentes para un desempeño sostenible. Como resultado, se podrían informar diferentes puntos de datos en compañías del mismo sector. De manera similar, se podrían informar diferentes puntos de datos por la misma empresa de un año al otro.
Los inversionistas ahora enfrentan el desafío de cómo evaluar más datos generados por la empresa, que incluyen una variedad más amplia de informes de sostenibilidad, documentos, registros y sitios web, agregando más a la confusión y al nivel de esfuerzo necesario para entender estas nuevas formas de evaluar cómo la gerencia de la empresa crea o destruye valor. Pese a estas inconsistencias en los datos, organizaciones como el Consejo Global de Normas de Sostenibilidad (SASB, por sus siglas en inglés) han realizado un gran progreso en la creación de estándares para la generación de informes. SASB recientemente publicó 77 estándares contables específicos de la industria que ayudan a los inversionistas a entender cómo los temas de sostenibilidad material podrían afectar el desempeño financiero de una empresa. Estos estándares han sido adoptados públicamente por una docena de grandes empresas internacionales. Y si bien SASB y organizaciones como Iniciativa de Reporte Global (GRI, por sus siglas en inglés) --cuyos estándares usa el 75% de las 250 empresas más grandes del mundo-- permiten una acción real y positivos beneficios materiales para todos, también crean más información para revisar. Esta afluencia de datos no estructurados genera la necesidad de que un proveedor de datos agrupe y presente esta información en un formato que se pueda consumir fácilmente.
Algunos proveedores de datos, como Bloomberg, llenan este déficit al proporcionar a los inversionistas acceso a datos ESG de alta calidad en un formato diseñado para una fácil integración en el proceso de inversión. Este proceso de estandarización mejora y agiliza el proceso de toma de decisiones sostenible de los inversionistas.
Otro desafío con los conjuntos actuales de datos ESG es que algunas compañías producen --y algunos proveedores de datos publican-- información ESG que solo es parcialmente medida y explicada. Por ejemplo, una empresa podría informar las emisiones de carbono de todo su negocio, mientras que otra empresa podría informar solo emisiones de carbono de su cuartel general, pero no de sus otros lugares u operaciones.
Puntaje transparente es igual a inversión inteligente
A medida que evoluciona el movimiento de inversión sostenible, también lo hace la generalización de las calificaciones ESG que proporcionan una métrica única bajo la cual evaluar a compañías en un rango de temas ESG. Estas puntuaciones resultaron ser una métrica útil para calificar y evaluar fácilmente inversiones. Sin embargo, estas calificaciones ahora están perdiendo aceptación para los inversionistas debido a su falta de transparencia, entre otras cosas.
Muchos inversionistas institucionales expresan un deseo de ir más allá de usar solo calificaciones generadas por terceras partes, que a menudo reflejan no solo datos informados por una empresa sino que también la opinión del analista que crea la calificación. Otro problema con la metodología de calificación es que las puntuaciones ESG a menudo se crean mediante un enfoque único que ponderan de manera desproporcionada ciertos factores hacia la calificación general de ESG de una empresa. De hecho, para casi dos tercios de todas las acciones en el índice Russel Global de Alta Capitalización, menos del 25% de los artículos de datos utilizados para calcular sus calificaciones ESG son incluso considerados importantes, según un estudio de Russell Investments, que utilizó los estándares SASB para determinar la materialidad.
Estos estándares inconsistentes son la razón por la cual los puntajes pueden variar significativamente entre conocidas plataformas de calificación ESG. Muchas de estas discrepancias resultan no solo de las calificaciones específicas otorgadas a cada componente (A, S o G), sino también a cómo cada plataforma elige ponderar cada puntaje para determinar la calificación acumulativa de ESG. Al reconocer las deficiencias de este enfoque, los inversionistas sofisticados hoy prefieren de manera creciente datos brutos a las calificaciones ESG porque les permite personalizar conjuntos de datos para sus necesidades. Es por esto que los administradores de activos están integrando cada vez más factores individuales ESG en sus procesos tradicionales de investigación crediticia y de capital y de administración de cartera. En particular, los expertos del análisis y de la gestión de información cuantitativa, conocidos como quants, han mostrado un gran interés en incorporar datos ESG a sus modelos ya que generalmente dependen de conjuntos de datos históricos para poner a prueba sus modelos de inversión, y un extenso registro de datos confiables permitirán a estas compañías tomar decisiones de inversión mejor informadas.
Una mejor estrategia para este desafío de datos es la que permite a las empresas de gestión de inversiones asignar sus propias calificaciones a compañías públicas. Trabajar con datos ESG informados directamente por las empresas puede ayudar a satisfacer esta necesidad al permitir a los inversionistas ponderar factores basados en sus valores y temas que creen tendrán el mayor impacto financiero en un sector, industria o compañía específica. Por ejemplo, un fondo centrado en el género puede seleccionar compañías con una amplia diversidad en el directorio, mientras que un administrador que asigna gran importancia a temas sociales puede asignar una mayor ponderación a las prácticas laborales de una empresa.
Datos para todos los inversionistas
Un creciente número de inversionistas se está dando cuenta de la correlación positiva entre sostenibilidad y desempeño financiero y desea involucrarse. Sin embargo, observar los actuales datos ESG solo podría derivar en más confusión. O los inversionistas están abrumados por la gran cantidad de datos no estructurados o se sienten atraídos a contradictorias calificaciones ESG de terceras partes que hace que sea difícil decidir dónde invertir.
A medida que el mercado ESG crece y se expande a través de la industria de gestión de activos, los inversionistas visionarios quieren adoptar un enfoque más sofisticado. Los inversionistas centrados en la sostenibilidad ya no quieren depender solo en recomendaciones y "calificaciones” externas, mientras que aquellos nuevos en el espacio están recelosos por el llamado lavado ecológico, donde los administradores hacen afirmaciones injustificadas sobre la integración ESG. Para que el movimiento de inversiones sostenibles siga creciendo, es crítico que todas las partes trabajen juntas para mejorar la calidad, cantidad y accesibilidad de datos ESG.
Lo que necesita saber sobre la nueva taxonomía de finanzas sostenibles de la Comisión Europea
La noción de lo que constituye financiación sostenible, cómo se mide e informa, y lo que significa para los agentes financieros de todo el mundo está evolucionando rápidamente.
Para crear un entorno en el que el mercado pueda moverse de la manera más rápida posible hacia inversiones bajas en carbono, el Grupo de Expertos Técnicos de la Comisión Europea (TEG, por sus siglas en inglés) sobre la financiación sostenible, ha elaborado un sistema de clasificación de la UE para actividades sostenibles, la taxonomía de la UE para la mitigación del cambio climático y adaptación al cambio climático.
¿Qué significa la taxonomía para el mercado y cómo pueden aprovecharla las compañías? ¿Dónde están las oportunidades y dónde están los desafíos? ¿Cuál será el próximo paso de las finanzas sostenibles?
Oliver Guersent, director general de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Mercados de Capitales (FISMA) de la Unión Europea habló sobre la nueva taxonomía en The Future of Sustainable Finance, un evento albergado por Bloomberg Fráncfort en junio de 2019.
Una taxonomía mundialmente relevante
La taxonomía aspira proporcionar orientación a responsables de políticas, la industria e inversionistas sobre cómo apoyar e invertir de mejor manera actividades económicas que contribuyan a alcanzar una economía climáticamente neutra.
El informe TEG sobre la taxonomía de la UE incluye criterios de selección técnica para 67 actividades en ocho sectores que pueden contribuir significativamente a la mitigación del cambio climático, junto con una metodología y ejemplos trabajados para evaluar una contribución sustancial a la adaptación al cambio climático y a la orientación y estudios de casos para los inversionistas que se preparan para utilizar la taxonomía.
Continuó explicando que el objetivo de la Comisión es que la taxonomía proporcione al mercado internacional información para ayudarle a autodirigirse hacia inversiones sostenibles.
En la UE, la taxonomía solo se impondrá a los estados miembros e instituciones públicas de la UE y a actores del mercado que se presentan como sostenibles, o verdes. Para otros en la UE y en todo el mundo está disponible como una herramienta de información para ayudar a los inversionistas a tomar decisiones sobre cómo y dónde invertir.
Además de su informe técnico, el TEG también ha publicado un informe complementario sobre el uso de la taxonomía. Esto proporciona a los inversionistas y compañías una explicación concisa y clara de porqué es necesaria la taxonomía, a qué se parece y su facilidad de uso.
“Necesitamos tener una definición o lenguaje común cuando hablemos de una inversión sostenible. Deberíamos ver la taxonomía como el piso sobre el cual queremos construir un ecosistema de obligaciones de divulgación, etiquetas y referencias.”
Oliver Guersent, director general de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Mercados de Capitales (FISMA) de la Unión Europea
Los desafíos de implementación
Guersent identificó una necesidad de establecer una mayor confianza entre los diversos actores en un mercado internacional fragmentado y una comprensión común sobre lo que constituye una inversión sostenible.
También sugirió que hacer el cambio desde un pensamiento a corto plazo hacia uno de largo plazo y alinear el objetivo del Marco sobre Clima y Energía 2030 para reducir las emisiones con la estrategia a largo plazo de alcanzar neutralidad del carbono para 2050 será complejo para muchas empresas.
"Las emisiones de Europa representan el 11% del total de los gases de efecto invernadero. Esto significa que casi el 90% del problema está en otros lugares del mundo, particularmente en países en desarrollo/emergentes", dijo Guersent.
Para permitir que todas las naciones sigan desarrollándose de manera sostenible, la Comisión está ampliando su programa de finanzas verdes. Su objetivo es que un cuarto del presupuesto de la UE contribuya a medidas contra el cambio climático a partir de 2021. Sin embargo, dice que el dinero público no será suficiente y desea incentivar y canalizar la inversión del sector privado hacia un desarrollo ecológico y sostenible.
Estará poniendo a disposición aproximadamente 450.000 millones de euros en los próximos siete años para incentivar y canalizar inversiones del sector privado en proyectos verdes y sostenibles.
Oportunidades para empresas e inversionistas
La nueva taxonomía y el mercado global que presenta una creciente mentalidad sostenible aspiran informar e involucrar en las múltiples oportunidades actuales a empresas e inversionistas.
Los beneficios para los inversionistas incluyen una mayor variedad de proyectos y productos financieros verdes para satisfacer una demanda que crece rápidamente. Los beneficios para las empresas incluyen nuevas fuentes de financiación a través de mercados de capital globales y el sector financiero mundial.
Guersent vinculó la necesidad de una población que envejece por rendimientos estables en el tiempo con la necesidad de estabilidad ambiental. Sugirió que los dos son básicamente compatibles y dijo que claramente cualquier inversión con un perfil de emisiones bajas o cero de carbono es una a la que hay que prestar atención.
"Para ahora, estamos enfocados en evitar las emisiones de carbono. Este es el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU; queremos que un proyecto tenga un impacto significativo en esa área sin hacer ningún daño a los otros cinco objetivos", dijo Guersent.
"Una empresa no necesita ser "super verde" para cumplir con la taxonomía; requiere evitar muchas emisiones".
Acuerdo y recomendaciones de otras partes
Durante la charla informal Christian Thimann, presidente del directorio de administración de Atora Insurance Holding Germany y Thomas Kusterer, director general de EnBW Energie Baden-Württemberg AG, hablaron positivamente sobre la taxonomía. Ambos la consideran un paso importante para ayudar al mercado a identificar y acordar sobre qué constituye un producto financiero o inversión verdaderamente sostenible.
"Necesitamos garantizar que podemos satisfacer las tecnologías de transición y habilitación de las tecnologías", dijo Thimann, agregando que la taxonomía presenta a analistas de negocios una oportunidad para desarrollar conocimientos y convertirse en líderes en esta área.
También recordó a las empresas de hacer uso de la metodología de Divulgación Financiera Relacionada con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés) para hacer seguimiento e informar emisiones que, como la taxonomía, es voluntaria y orientada a las empresas.
La Dra. Sabine Mauderer, miembro del Consejo Ejecutivo de Deutsche Bundesbank, señaló que en Alemania algunos bancos ya están dando condiciones de préstamos favorables a inversionistas y empresas sostenibles con transparencia sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio, gestión de riesgo y cadena de suministro.
Guersent concluyó diciendo que el momento para actuar es ahora y que el mercado necesita liderar el camino.
"Queremos crear una plataforma donde reunamos información e intercambiemos ideas. Necesitamos un consenso sobre qué se requiere hacer y qué se debe evitar".
"Nosotros [Europa] somos el área en el mundo que está experimentando el mayor progreso para cumplir con los objetivos. Pero debemos seguir trabajando en eso; seguimos en el camino de aumentar nuestras emisiones. Todos necesitamos hacer las cosas mejor".
Nuevos requisitos de la UE para finanzas verdes: Un punto de inflexión para el buy side
Este artículo fue escrito por Joe McHale y Nadia Humphreys de Bloomberg para IPE.com.
Actualmente las empresas buy-side tienden a considerar estrategias ESG como un diferencial competitivo, más que un requisito empresarial o un imperativo regulatorio.
Eso va a cambiar en Europa.
Antes de que el trabajo legislativo se suspendiera por las elecciones recientes en la UE, el Parlamento Europeo aprobó regulaciones que introducen mayores requisitos de finanzas sostenibles para las compañías buy-side. Cuando entren en vigor, probablemente entre 2020 y 2022, los administradores de activos europeos tendrán que revelar cómo integran riesgos de sostenibilidad en sus procesos de toma de decisiones.
Los administradores de activos europeos están comenzando a percatarse de que tendrán que cambiar sus procedimientos e introducir datos ESG para garantizar de que tomen en cuenta los riesgos y oportunidades de sostenibilidad. En última instancia, esto impulsará una mayor demanda por datos y soluciones de software ESG a medida que las empresas se preparan para cumplir con los requisitos.
Si bien es cierto de que algunos requisitos sobre el cambio climático ya existen en estados miembros, esta armonización en toda la UE representa un cambio significativo. Se espera que la nueva Comisión y Parlamento Europeos reinicien el Plan de Acción sobre la Financiación del Crecimiento Sostenible, lo que representa un nuevo ciclo para establecer regulaciones de la UE en el área.
Las dos nuevas regulaciones forman parte de un impulso mayor para integrar consideraciones ESG en el derecho financiero. En concreto las nuevas normas requieren que los administradores de activos divulguen:
- Los procedimientos que tienen para integrar riesgos ambientales y sociales en sus procesos de inversión y asesoramiento;
- Cuanto podrían esos riesgos impactar la rentabilidad de la inversión;
- Donde los inversionistas institucionales afirman estar siguiendo una estrategia 'verde', información sobre cómo se implementa y la sostenibilidad o impacto climático de sus productos y carteras.
Previamente este año Verena Ross, directora ejecutiva de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), esbozó la forma de cómo se concedió a la autoridad el poder para redactar reglas con el objeto de ampliar las obligaciones y garantizar la convergencia y armonización de las divulgaciones requeridas. Ella señaló que el plazo es bastante acotado ya que la mayoría de los requisitos se debe redactar dentro de los 12 meses desde la entrada en vigor oficial de la nueva regulación de divulgación, que se espera para poco después del verano.
En paralelo, el actual reglamento de la UE sobre los índices de referencia (BMR, por sus siglas en inglés) también se ha modificado para introducir dos nuevos tipos de referencias:
- Referencias de transición climática, que ofrecerán una alternativa de bajo carbono a las referencias comúnmente utilizadas;
- Las referencias de la UE alineadas con el Acuerdo de París, que traen carteras de inversión en línea con la meta del acuerdo para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C por sobre los niveles preindustriales.
Los proveedores de referencias requerirán explicar cómo se reflejan los factores ESG y que divulguen cómo se usan los datos en sus criterios de selección, con la esperanza de que la claridad de las metodologías alentará la confianza del inversionista e informará sus decisiones.
Perspectiva para el mercado financiero sostenible
Outlook 2H 2019
El mercado sostenible de financiamiento de deuda está creciendo en volumen, alcance y popularidad.
A medida que crecen los mercados verdes, sociales, sostenibles y vinculados a la sostenibilidad, aumenta la necesidad de estandarización. Los mercados de capital de deuda temáticos están ingresando a una fase nueva y desconocida de regulación que se convertirá en un momento decisivo.
Un nuevo récord se estableció en 2019
Volúmenes récord de deuda sostenibles ingresaron al mercado en el primer semestre de 2019, y la primera mitad del año generalmente es más tranquila que la segunda. Incluso si las tasas de emisiones permanecen inalteradas en los últimos seis meses de 2019, esperamos ver al menos US$380.000 millones en financiamiento de deuda sostenible en el año.
Los bonos verdes se recuperan
Los bonos verdes repuntaron en el primer semestre de 2019, tras un segundo semestre de 2018 más tranquilo y un cambio en el enfoque del mercado hacia préstamos relacionados con la sostenibilidad. Los bonos verdes llegaron en todas las formas y tamaños, desde un resurgimiento de la titulización de activos solares residenciales en EE.UU. a emisiones soberanas verdes de gran tamaño en los Países Bajos.
Los mercados se están expandiendo y diversificando geográficamente, así como en sectores y clases de activos de bonos.
Europa brilla, América crece, Asia rezagada
Europa representó casi la mitad de las emisiones de deuda sostenibles en el primer semestre de 2019, impulsada por la creciente actividad tanto en los sectores corporativos como de gobierno.
Las Américas parecen estar bien encaminadas para superar el desempeño de 2018, con emisiones constantes del gigante hipotecario Fannie Mae y nuevos ingresos al mercado, un bono soberano verde de Chile y un bono verde corporativo de la empresa de telecomunicaciones Verizon.
Los préstamos vinculados a la sostenibilidad aumentan por proyecciones
El rápidamente emergente nuevo producto en el universo de deuda sostenible -- créditos vinculados a la sostenibilidad-- se verá impulsado por los Principios de Créditos Vinculados a la Sostenibilidad publicados en el primer semestre de 2019. Los principios ayudarán a traer consistencia y transparencia al mercado.
Europa está un paso más cerca de un estándar
El Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre la Financiación Sostenible de la UE, un consorcio de expertos de la industria establecido por la Comisión Europea, publicó las recomendaciones finales sobre una propuesta de Estándar Europeo para Bonos Verdes.
Las directrices establecieron una clara trayectoria para un estándar voluntario, que la Comisión Europea espera consolidará la posición de Europa como el mercado líder para actividades de bonos verdes.